Ya adentrados en la temporada de lluvias es elemental manejar con precaución para evitar accidentes.
Primero, hay que asegurarse de que los limpiaparabrisas estén en buen estado para tener una visibilidad clara en todo momento. Segundo: reducir la velocidad en los trayectos, ya que las calles mojadas pueden estar resbaladizas y el vehículo tarda más en frenar.
En tercer lugar: mantener una distancia mayor con el coche de adelante a fin de contar con tiempo suficiente de reaccionar si es necesario. Como cuarta recomendación, evitar el frenado de manera brusca o hacer movimientos repentinos, ya que esto puede causar que el auto derrape. En quinto lugar, se tiene que prestar atención a posibles charcos profundos, ya que estarían ocultando baches. Sexto lugar: si se empieza a perder el control, soltar el acelerador y dirigir el volante suavemente hacia donde se quiere ir, sin frenar de golpe. Y en séptimo lugar, es recomendable encender las luces bajas a fin que los otros conductores vean nuestra unidad.
Y algo que se debe revisar ya es el estado de las llantas o neumáticos para asegurar una buena adherencia al pavimento mojado, así como atender a la presión correcta, nivel de desgaste y daños. Checar además los frenos y el sistema eléctrico.
La responsabilidad del estado del vehículo durante la temporada de lluvias recae principalmente en el propietario o conductor y tomar precauciones garantiza la seguridad.