Por 30 años, las manos de Francisco Germán González han convertido hojas de palma, en símbolos sagrados para resistir al olvido de las tradiciones de Semana Santa.

Bajo un sol inclemente, en la entrada principal del municipio de Xonacatlán, Francisco, de 59 años, entrelaza estas hojas de palma con la precisión de un relojero. Sus dedos, curtidos por tres décadas de trabajo, dan forma a cristos, vírgenes y cruces que los fieles llevarán este Domingo de Ramos a las iglesias de su natal San Cristóbal Huichochitlan y pueblos vecinos como San Francisco, San Agustín Mimbres, o Mimiapan.
«Lo hacemos con fe porque si uno no trabaja con fe. Bueno, hoy por la mañana, cuando salí de mi casa, me dije: “En el nombre de Dios, vamos a salir de casa, solo estamos en sus manos, si regresamos o no regresamos”.

Sus manos muestran una rama de palma que tardará 20 minutos tejer hasta tomar forma, cada pieza la vende a 30 pesos, precio que considera accesible y acorde con su esfuerzo y el tiempo que invierte en cada pieza.
Originario del norte de Toluca, Francisco aprendió el oficio a los 14 años, guiado por las manos de sus padres. «Soy de San Cristóbal, original de allá, y ahí la gente se dedica al sombrero, como este que tengo aquí en la mano, que está hecho a mano. Me dediqué a tejer a base de las manos o los dedos, desarrollando la agilidad de las manos para que no nos olvidemos de tejer la palma, lo que nos inspira para seguir adelante. Esta es una costumbre que no se debe perder año con año, para que la gente no se olvide de la palmita”.
Su voz segura, habla de la transmisión de sus saberes a su hija y su nieto, quienes también tejen la palma, y darán continuidad a esta tradición que va de mano en mano.

«Tengo una hija y un nieto, a quienes también les estoy enseñando a tejer para que esta tradición no se pierda. La gente dice que las costumbres de aquí, en los pueblos que visitamos, nos tratan como indígenas, pero no me afecta, porque gracias a Dios, aprendo muchas cosas de ellos. Si uno no aprende, nunca va a salir adelante», concluyó.
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¿Sabías que? En México, al menos 15 técnicas artesanales vinculadas a rituales religiosos están en riesgo de desaparecer, según el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI).