Tengo curioridad sobre cómo se deciden los trabajos gubernamentales. En especial los que tienen que ver con el mantenimiento de una zona urbana como Toluca, la quinta región metropolitana del país.
Quisiera saber qué factores se toman en cuenta, qué elementos inclinan la decisión, qué tipo de sistemas se usan, qué estadísticas son de consulta básica, qué componentes territoriales intervienen, qué tipo de herramientas de consulta influyen y hasta qué profesionales intervienen. O, de lo contrario, si la decisión se toma sin considerar ninguna de estas u otras circunstancias; es decir, si los tomadores de decisiones lo deciden sólo porque sí, porque tocó o porque los astros se alinearon.
Quisiera saberlo para comprender por qué las obras urbanas, que inciden, influyen y transgreden la vida cotidiana de la ciudad y sus habitantes, se hacen cómo se hacen.
Es que me resulta incomprensible que pareciera que se determinan con criterios aldeanos.
Lo digo por las obras de repavimentación en Paseo Tollocan, donde las calles se cierran por completo sin anuncio de por medio, sin alternativas para los automovilistas, sin auxilio de policías de tránsito, y, por si fuera poco, en lo más abultado de la temporada de lluvias. Como si se hicieran sin un plan eficaz y preciso. O como si el plan fuera estorbar. O como si el plan fuera simplemente hacer para que se vea que se trabaja.
Porque, además, hay lugares donde hace más falta. Como la avenida Primero de Mayo, en la zona industrial de Toluca.
En una zona metropolitana de Toluca se realizan, según el Centro Mario Molina, un millón de viajes intra e intermunicipales y 7 de cada 10, unos 700 mil, tienen como destino la capital, Toluca. El crecimiento de la flota vehicular fue de 4.6 por ciento entre 2000 y 2010, más del doble del crecimiento de la población. Entre 1980 y 2010 la superficie urbana de la zona metropolitana de Toluca creció 26.9 veces.
Toluca ya no es la ciudad apacible en la que las obras de mantenimiento de la infraestructura urbana se puedan hacer al garete. No, Toluca no es un rancho ni un pueblo. Aunque parece que eso creen quienes deciden cómo bachear, balizar o repavimentar.