Mario Colín Martínez, lleva trabajando 26 años en Cruz Roja estado de México y fue durante este 2020 y 2021 cuando se enfrentó a la muerte, al trasladar a pacientes con COVID-19; labor que casi le cuesta la vida al contagiarse en julio y pasar más de 45 días aislado.
Para el paramédico de 54 años de edad, la pandemia de coronavirus ha sido uno de los servicios más difíciles en su carrera profesional, pues ni el terremoto de 1985 le dejó tantas experiencias.
Relata que a bordo de su unidad ha tenido que trasladar a pacientes graves, que al llegar al hospital o incluso en casa perdieron la vida; hechos que le han dejado cuadros de ansiedad y miedo.
Recuerda que al inicio de la pandemia le fue complicado el traslado de pacientes, toda vez que se enfrentaban a un nuevo servicio, un curso de bioseguridad lo ayudó a saber cómo tratarlos y realizar su labor sin poner en riesgo su salud.
Fue el pasado 15 de enero cuando Mario Colín recibió su primera dosis de la vacuna contra COVID-19, un hecho que marcó su vida, pues le dio esperanza para seguir llevando a cabo su trabajo con mayor seguridad; explica que a diario teme contagiarse por segunda ocasión y poner en riesgo a su familia.
Es por ello que el paramédico hace un llamado a la población a seguir las normas de sana distancia e higiene para evitar contagios.
