Maternidad

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¿Cuántas veces has escuchado que las nuevas generaciones de jóvenes ya no quieren tener hijos?, seguramente que muchas. Y las razones son la precariedad laboral y la inseguridad económica; las prioridades personales como la realización profesional y la educación y que hay mayor difusión y conocimiento sobre métodos anticonceptivos y planificación familiar que lleva a decisiones informadas sobre la vida reproductiva. Esto ha hecho en cifras que en los últimos 50 años, o de 1970 al 2020, se pasara de tener siete hijos a dos y que con esta tendencia a la baja la tasa de fecundidad para 2050 sea de un hijo.

Obviamente sigue habiendo en algunos sectores de la sociedad presión y normas que idealizan la maternidad, incluso de manera temprana, haciendo que las jóvenes no usen métodos anticonceptivos y se embaracen en función de hechos fuera de su alcance, expectativas familiares, comunitarias y religiosas.

Pero la evolución en el tema ha llevado en lo general a defender el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo y su maternidad, lo que implica que tenga el control sobre si y cuándo quiere ser madre. Así que, aunque duela a muchos, y por bien común, se tiene que atender y fomentar una cultura que favorezca la autonomía reproductiva de las mujeres. Ya nada de decirles a las mujeres: “¿cuándo vas a tener hijos?”, “es tu deber como mujer”, “ya se te está pasando el tiempo”, “ser madre es lo más hermoso que puedes experimentar”, “no eres completa sin ser madre”, “¿no quieres dejar un legado?”. Respetar el derecho a las nuevas generaciones a no tener hijos no es un tema de modernidad sino de justicia y hay que entenderlo. Las mujeres deben vivir de acuerdo con sus propias ideas y deseos.

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