¿Será que José Antonio Meade está estancado? Al menos eso refiere la interpretación que el diario español El País le ha dado a las encuestas publicadas a unos días de que se acaben las precampañas electorales, en las que el precandidato del PRI a la presidencia de la república aparece en tercer lugar.
Sus partidarios dicen que no. Que va para arriba. Y lo dicen con una certeza y seguridad tal que no dan ganas de quitarles la ilusión. Su principal argumento es que hasta antes de ser precandidato, Meade era prácticamente un desconocido…aunque ya había ocupado cuatro carteras de secretario de Estado en dos administraciones, y cuando el propio precandidato se publicita como un hombre que ha estado al servicio de México en los últimos 20 años.
Eso sin mencionar que el establishment del partido de que es candidato no lo ayuda. No conecta con el priismo más rancio, que a su vez dice que la mayor virtud de Meade es que no es priista. Un contrasentido que el exsecretario de Hacienda está pagando. Ni siquiera sus propuestas anticorrupción causaron algarabía, siendo el tema en boga.
Por ahora, Meade navega entre las aguas tricolores y las ciudadanas. Pero tampoco se puede decir que naufrague en unas u otras, dado que no hay campañas en marcha.
No obstante, parece haber llegado a un límite de crecimiento. En un par de meses sabremos si salió de la marisma. Y en julio, conoceremos hasta dónde avanzó.
