Estamos a la mitad del Mes del Adulto Mayor y a lo mejor muchos apenas se enteran de esta conmemoración. Agosto fue designado por la ONU desde 1982 el mes para homenajear a los ancianos.
Y al respecto de los ancianos, hay que referir que si bien el estado de México se conforma mayormente de gente joven, pues apenas el 7.5 por ciento de su población tiene 60 años o más, en el año 2025 el porcentaje de ancianos será de casi el doble, el equivalente a dos millones 400 mil personas, con base en las cifras cerradas del Consejo Estatal de Población.
Pero el 2025 está a ocho años por lo que todos aquellos que hoy rebasan los cincuenta entrarán en la clasificación de ancianos aunque a varios les resulte inconcebible.
Y es que ser anciano en México significa, en términos generales, discriminación, maltrato, abandono y carencias de todo tipo. Una tragedia.
Por un lado influyen en ello las políticas públicas, que las haya o no y su efectividad, y por el otro, la familia y la sociedad: su grado de responsabilidad y solidaridad con sus adultos mayores.
Agosto es el mes para tener presentes el valor y situación de los ancianos. De frenar la desdicha.