Como cada año, Metepec llevó a cabo su tradicional Paseo de la Agricultura en honor a San Isidro Labrador, evento que representa la devoción y fervor de las y los vecinos, para pedir por la cosecha venidera.
Más de 200 cuadrillas integradas por yuntas, retablos o mojigangas, fueron las que participaron en el tradicional desfile, las que llenaron las calles principales del centro del Pueblo Mágico para iniciar el Paseo; un recorrido lleno de vida, color y fiesta para el santo patrono de los agricultores.
Vestimenta tradicional alusiva a San Isidro o a las Tlacualeras –mujeres que llevaban la comida a los hombres que trabajaban el campo-, hasta disfraces de personajes de caricaturas, pudieron apreciarse en el recorrido de más de cinco horas, en el primer polígono del municipio.
Al ritmo de múltiples estilos de música o del tradicional “Báilale, báilale, báilale; muévete, muévete, muévete, ¿quién quiere agua que yo le daré?’, con pasos que simbolizan movimientos para una buena tierra; familias de las cuadrillas hicieron que los espectadores disfrutaran, al tiempo de regalarles gorditas, tlaxcales y otros objetos para compartir.
El Paseo de la Agricultura contó con el apoyo de 75 policías municipales y 175 de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CES); quienes permitieron que tanto las cuadrillas como los vecinos y visitantes disfrutaran del recorrido en un ambiente pacífico, además de que se respetaran los 11 cortes a la circulación vial.
Asimismo, la Unidad de Protección Civil y Bomberos dispuso de dos ambulancias a las que se sumaron otras dos de la CES y dos vehículos de bomberos que estuvieron en puntos estratégicos del Paseo.
De la misma forma, 145 verificadores recorrieron las calles en las que se llevó a cabo el Paseo, para constatar que nadie estuviera consumiendo o vendiendo bebidas alcohólicas.
La tradición ancestral que ha dado identidad al municipio reúne a varias cuadrillas como la de la familia Camacho Cortés en la que participan 30 integrantes, desde abuelos hasta los nietos; la Cuadrilla Valdés que lleva saliendo desde hace más de 50 años con mayordomos en caballos y tlacualeras; dando fruta y gorditas o la Cuadrilla Manuel Estrada, que es la más antigua del municipio.
Sin embargo, la devoción al santo, caracterizado por su sencillez y humildad, ha llegado también a las nuevas generaciones, como a la Cuadrilla Salazar Gutiérrez que lleva tres años participando.