México tiene poco más de un año para prepararse ante las condiciones de renegociación del Tratado de Libre Comercio que se deberán dar en el proceso de revisión del acuerdo comercial en junio del año 2026.
Ante el triunfo inminente de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, el sector empresarial enfrentará diferentes retos a los cuales hay que poner atención: en primer lugar, las condiciones en las que se negociarán las cláusulas del Tratado de Libre Comercio, en segundo, las auditorías a las que podrán ser sometidas empresas que ya tienen operaciones de exportación al momento y que deberán enfocarse en temas de reglas de origen y la posibilidad de incrementos arancelarios como una medida de sanción para aquellas empresas que salgan de territorio estadounidense y se instalen en México, lo que podría afectar la llegada de capitales, y en tercer término, las medidas migratorias para México y Sudamérica.
Julio Rodríguez Trigueros, vicepresidente de Comercio Exterior del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México, señaló que serán cuatro los temas fundamentales a los cuales se pondrá atención por parte del gobierno norteamericano en el proceso de renovación: la Reforma del Poder Judicial, los temas migratorios como presión para evitar la salida de caravanas que atraviesan por México hacia Estados Unidos, la eventual desaparición de los Órganos Autónomos, así como la utilización del maíz transgénico.
Julio Rodríguez señaló que una de las grandes potencialidades que al momento se tienen en México, está relacionada con las operaciones del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles que se ha convertido en la principal aduana para el transporte de carga del país, condición que puede ser aprovechada en México para potenciar operaciones.
“Por supuesto, ahí tenemos áreas para desarrollar un núcleo logístico impresionante, pero también pueden generarse amenazas para que las empresas que quieran instalarse en México tengan aranceles altos cuando quieran retornar sus productos Estados Unidos, por lo cual esto podría ser un golpe importante en la llegada de capitales y el desarrollo de estos, sin duda es una batalla para el 2026”.
Los siguientes meses serán determinantes en el armado de un equipo de expertos negociadores que permitan mejores condiciones de operación en la relación bilateral, mismo que podría ser encabezado por los organismos empresariales más grandes del país.