El embajador de Estados Unidos en México, Antonio O. Garza, reconoció que para ambos países «hoy en día el reto principal es la narcoviolencia» que se ha extendido y que tan sólo en el estado de Chihuahua ha cobrado más de mil víctimas, sobre todo en Ciudad Juárez, aunque advirtió que «los criminales han subestimado la valentía y fuerza de los mexicanos; son el pueblo y las autoridades quienes los harán pagar». 
Así lo indicó al inaugurar el Consulado de Estados Unidos en Ciudad Juárez, que tuvo un costo de 66 millones de dólares.
De visita en la entidad donde en los últimos días se ha desatado una ola de violencia, en la que a la lista de víctimas se sumó el jueves el asesinato del periodista Armando Rodríguez Carreón, el diplomático reconoció que la narcoviolencia es el principal desafío para las autoridades.
En su discurso aseguró que «hemos visto a oficiales de justicia que nos protegen caer víctimas de los cárteles de la droga que operan en ambos países. También hemos visto cómo la narcoviolencia ha cobrado las vidas de más de mil personas en el estado de Chihuahua, y gran parte de esa violencia ha ocurrido aquí, en Ciudad Juárez».
Sin embargo, Garza señaló que «también hemos visto a los gobiernos de México y de Estados Unidos ser firmes y valerosos en su compromiso de luchar contra los que amenazan a nuestras dos naciones».
Por ello, destacó que a partir de la relación bilateral entre ambos países se han asestado golpes importantes al narcotráfico, «somos testigos de nuevos récords de decomisos, tanto de dinero en efectivo como de cocaína, y se ha extraditado a más capos del narco que nunca».
El embajador señaló que esta cooperación se intensificará a partir de la Iniciativa Mérida, que «es el reconocimiento de nuestros dos gobiernos de sus responsabilidades de enfrentar los retos compartidos, y de que sólo trabajando juntos para combatir al narcotráfico podemos proteger a nuestros ciudadanos en ambos lados de la frontera».
