Hoy, al igual que hace 200 años, México debe trabajar en moderar la opulencia y la indigencia, como lo propuso José María Morelos en los Sentimientos de la Nación, sobre la base de una amplia clase media fuerte y poderosa, que no puede estar afectada por una burocracia que recuerde a la de los países comunistas, advirtió el historiador Calos Herrejón Peredo.
Invitado a ofrecer el último de los conversatorios del año del laboratorio de ideas «Encuentros para el diálogo creativo» organizados por El Colegio Mexiquense, el profesor-investigador y ex presidente de El Colegio de Michoacán abordó la vida, obra y los procesos sociales que rodearon a Morelos, a propósito de su más reciente libro, Morelos. Presagios y enigmas.
Presentado por César Camacho, presidente de la institución anfitriona, como maestro de generaciones por el que se siente un afecto fraterno y filial, y en un diálogo muy dinámico con los también historiadores María del Pilar Iracheta Cenecorta y René García Castro, el doctor Carlos Herrejón previno contra el positivismo jurídico que reduce la ley a su letra, cuando la misma debe ser justa y la mejor de las leyes posibles, como lo quería Morelos.
A las peguntas de los investigadores de El Colegio Mexiquense y la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de México, el especialista en Morelos y en Hidalgo -es considerado el mayor de los biógrafos de ambos personajes- rechazó la historia maniquea en que se hace aparecer a los indios como necesariamiente buenos, cuando el mismo Morelos se llegaba a desesperar con la indolencia de las comunidades indígenas, que preferían rentar sus tierras con tal de tener recursos para las fiestas, de ahí que, como Hidalgo, su pronunciamiento contra el rentismo tenía que ver con que la gente trabajara la tierra.
En el siglo xix se creyó que la igualdad jurídica iba a dar paso a la igualdad socioeconómica, pero ayer como hoy, esa es una falacia, pues históricamente predomina el poder fáctico de la riqueza; tampoco es cierto que la igualdad ante la ley sea un remedio para todos los males ni la fe en que las leyes buenas hará buenos ciudadanos, dijo.
Aseguró asimismo que el Sentimiento 12 es el más innovador de toda la Insurgencia y la principal aportación de Morelos, que lo diferencia de los diputados de Apatzingán y los posteriores hasta la Reforma, ya que estuvieron a favor de un liberalismo individualista, cuando no solo se trata de las garantías individuales sino de las sociales, en la medida que la justicia debe estar por encima de la legalidad.
No se trata de una idea romántica, acotó, pues hoy mismo se deben moderar la opulencia y la indigencia, al tiempo que es indispensable una clase media fuerte y poderosa. «Ay de nosotros si las clases medias se ven afectadas por una burocracia semejante a la que ha habido en países socialistas», exclamó.
Herrejón Peredo entró en aspectos muy poco conocidos de los procesos sociales y las ideas de Morelos en las difíciles circunstancias que vivió el héroe y en su acendrado catolicismo, así como la dureza de su carácter.
En una respuesta a una pregunta del público, dijo que los investigadores están comprometidos con la verdad y saben tener distancia de los hechos, y que en la educación no deben prevalecer los compromisos ideológicos.
La doctora María del Pilar Iracheta analizó diversos aspectos del libro de Herrejón Peredo y en una de sus intervenciones recomendó que se enseñe a los alumnos de educación básica el pensamiento de los líderes insurgentes, en especial Hidalgo y Morelos, y propició una reflexión sobre el artículo 12 de los Sentimientos de la Nación.
En tanto, el doctor René García Castro planteó interrogantes sobre el acendrado catolicismo de Morelos y su relación con la jerarquía eclesiástica, además de aspectos del libro de Herrejón Peredo, al que consideró una obra magistral.
Cabe señalar que con esta sesión concluyó por este año el conversatorio que trajo a La Casa Toluca de El Colegio Mexiquense a Javier Garciadiego Dantan, Rolando Cordera Campos, Mario Luis Fuentes Alcalá, Sergio García Ramírez, Lourdes Arizpe y Karen Kovacs, y para el año 2020 se trabaja en contar así mismo con la presencia de investigadores e intelectuales de reconocido prestigio.