Mudan a pingüinos gay por fracaso en programa de apareamiento

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Stan y Olli son dos machos que formaron una pareja.

Iban a formar parte de un programa de reproducción de pingüinos rey en el zoo de Berlín, pero pronto quedó de manifiesto que ni Stan ni Olli tenían interés alguno en procrear con las hembras de su centro.

Los cuidadores del centro alemán se dieron cuenta de que estos dos ejemplares machos sólo tenían ojos el uno para el otro. Ni cortejaron ni mantuvieron relaciones sexuales con ninguna hembra. Sólo entre ellos, según declaró la portavoz del zoo berlinés, Christianne Reis, al diario alemán The Local.

Los responsables del zoológico decidieron, por tanto, sacar a la nueva pareja de pingüinos del Programa de Conservación Europeo del que formaban parte y trasladarlos al zoo Hagenbeck de Hamburgo para que puedan vivir juntos.

Allí se unirán a Juan y Carlos, otra pareja de pingüinos gays, donde residirán sin ninguna presión para que se reproduzcan.

Stan y Olli son sólo un nuevo ejemplo de una conducta que se da con frecuencia en la naturaleza. Existen numerosos ejemplos de pingüinos homosexuales, sobre todo entre aquellos que viven en cautividad, cuyo comportamiento está más estudiado.

Y hay casos tanto de machos como hembras homosexuales, como el de Penelope y Missy, dos hembras de un zoo irlandés.

También ha habido casos en los que uno de los dos miembros de la pareja gay ha procreado con una hembra posteriormente.

Así ocurrió con Roy y Silo, dos pingüinos del zoológico de Central Park de Nueva York. Tras una temporada con Roy, Silo mostró interés en sus compañeras hembras. Los pingüinos rey (Aptenodytes patagonicus), como Stan y Olli, son los de mayor tamaño tras los pingüinos emperador (Aptenodytes forsteri), alcanzando una altura de entre 70 y 100 centímetros.

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