Los hechos indican que el gobierno de Donald Trump ya sabe de dónde sacar los recursos para hacer efectiva la que fue una de las principales promesas de su campaña: las remesas. Es decir, una de las principales fuente de ingresos de México, incluso más que por la venta de petróleo.
Un legislador republicano hizo pública ayer martes la iniciativa de gravar las remesas que los paisanos envían a México con un dos por ciento.
De ser así, el muro se podría construir durante los próximos ocho años y para mayor referencia, en la cifra que alguna vez predijo Trump, de 8 mil millones de dólares.
Hoy en día se envían remesas a México por arriba de 25 mil millones de dólares anuales. Dos por ciento anual equivalen a mil millones al año.
Habrá que seguir de cerca la recepción de la propuesta en el Congreso de Estados Unidos; a los migrantes mexicanos que ya pagan comisiones por el envío de dinero a México y obviamente, a la postura y cabildeo de parte del gobierno mexicano.
Las remesas de México lo convierten en el tercer país que más ingresos recibe de esta forma.