Un total de 150 piezas fabricadas en su mayoría en resina, algunas con casi cien años de antigüedad, componen el tradicional nacimiento que año con año se expone en la monumental e histórica Iglesia de la Santa Veracruz, en Toluca, en el centro histórico de la ciudad y que es considerado uno de los nacimientos más extensos de los colocados en las iglesias de la capital mexiquense.
Entre las piezas más antiguas se puede encontrar a la virgen María y San José, con 70 años de existencia y 50 centímetros de altura, así como la imagen que conmemora la huida a Egipto, con casi un siglo de antigüedad. Esta pieza es única y representa a la Sagrada familia, en su huida del pueblo de Judea. Figura invaluable cuya dimensión alcanza los 30 centímetros de altura.
Desde hace 20 años José Luis Tapia González ha colocado el nacimiento y este año no será la excepción, quien explica que al principio se colocaba en la parte baja del altar, pero debido a su dimensión, ahora es instalado en la parte posterior, donde además son colocados los pastores, animales y una cascada natural, así como los reyes magos.
Algunas piezas de este nacimiento han sido reemplazadas pues a través de los años sufrieron algún deterioro o la gente se la ha llevado sin permiso.
Un trabajo arduo de casi una semana, refiere don José, pero que lo hace con mucha dedicación a fin de que permanezca como tradición. La colocación implica la instalación en su parte superior de focos, esferas y ramas secas.
Este nacimiento incluye la representación del sitio donde se les negó posada a María y José con la colocación de un techo, el cual hora será construido con hojas de maíz, simulando una palapa. Y así, el nacimiento del niño Jesús con una gran diversidad de materiales como aserrín, arena y hojas secas de olmo estarán expuestos el próximo 18 de diciembre. Un trabajo minucioso que alcanza gran dimensión.
