A finales de este verano se registraba el último caso de Naegleria fowleri en Estados Unidos. Fabrizio Stabile contrajo esta rara infección en un complejo surfero de Texas, y falleció a los pocos días tras su ingreso en el hospital. La simplicidad de los síntomas iniciales, junto con la falta de tratamientos médicos contra este organismo unicelular, impidieron a los médicos salvar su vida a tiempo.
Tan solo el 27 por ciento de los pacientes que contraen la infección son diagnósticados antes de su fallecimiento. Aún menos sobreviven, debido al desconocimiento a la hora de tratar los síntomas. Pero esta situación podría estar a punto de cambiar.
El equipo científico liderado por Ayaz Anwar ha sumado los efectos de ciertos medicamentos a las nanopartículas de plata -empleadas, con más o menos éxito, para crear objetos invisibles-. Los investigadores descubrieron que las nanopartículas potenciaban la distribución de los efectos de las medicinas, mientras desarrollaban sus propios sistemas antimicrobiales.
Los ensayos clínicos demostraron que las células estaban mucho más protegidas frente al ataque del organismo invasor. Sus efectos tras su llegada al cerebro incluyen inflamaciones, muerte celular o necrosis y sangrados internos, un proceso bastante doloroso para el paciente. Los científicos creen haber conseguido que los medicamentos se adhieran a las proteínas que componen la membrana celular del organismo unicelular.
Naegleria fowleri penetra por la nariz a través de aguas estancadas. Tras adherirse a los nervios craneales, migra hasta el bulbo olfatorio. Allí se multiplica y consigue llegar hasta el cerebro, donde provoca los adversos efectos descritos. Sus casos son extremadamente raros: 300 muertes en Estados Unidos desde los años 60. Los resultados de la investigación, publicados en la revista ACS Chemical Neuroscience, pueden consultarse en este enlace.
Fuente: elespanol.com