La misión de demostración tecnológica realizada por la Agencia Espacial Mexicana (AEM) de la mano con la compañía Space JLTZ, es una oportunidad para que la tecnología utilizada en el nanosatélite D2/Atlacom-1 pueda trasladarse en la construcción de satélites mexicanos más grandes.

Así lo afirmó el Ing. Salvador Landeros Ayala, director general de la AEM ante la puesta en órbita del cuarto nanosatélite mexicano que en esta ocasión se desarrolló también con inversión mexiquense, al participar directamente el municipio de Atlacomulco ya que en ahí, se construye un Centro de Desarrollo de la AEM.
El objetivo de la puesta en órbita del nanosatélite como lo explica Landeros Ayala, es realizar estudios enfocados en la observación de la tierra para la agricultura, minería o petróleo:
“Un tema muy interesante es la agricultura de precisión, para clasificación de cultivos y predicción de cosechas, rastreo de plagas, rastreo de enfermedades de los cultivos”.
Con la cámara híper espectral que porta el D2/Atlacom-1 se podrán tomar imágenes de la superficie terrestre por lo que el Ing. Landeros detalló que esta misión se aprovechará para que las imágenes satelitales se puedan estudiar y analizar en el laboratorio existente en la Universidad Autónoma del Estado de México, y también podrá participar en ese análisis la Universidad Politécnica de Atlacomulco.
Cabe señalar que nuestro país en la década de los 90 se lanzaron los primeros nanosatélites denominados UNAM-SAT, y apenas el año pasado, uno más, el AztechSat-1 buscó intercomunicarse con la constelación satelital Globalstar, y hoy en día ya ha terminado su vida útil.