El primer deber ético y personal de las mujeres en la política debe ser trabajar por las demás mujeres, señaló la diputada federal Carolina Monroy del Mazo, durante su participación en la Mesa de Análisis sobre el Empoderamiento de las Mujeres en el Marco de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas.
La legisladora dijo que hoy las mujeres mexicanas viven condiciones extraordinarias, por el avance en el reconocimiento de sus derechos; sin embargo, no puede perderse de vista lo que hace falta para alcanzar la equidad plena.
Subrayó que, si bien la presencia femenina se ha incrementado en las cámaras y los gabinetes, debe insistirse en su participación en los gobiernos municipales, donde todavía hay una marcada exclusión, y recordó que actualmente sólo 9.2 por ciento de los municipios mexicanos son gobernados por mujeres.
La diputada federal por el distrito 27 del Estado de México explicó que la participación femenina en la política se gesta, en una gran cantidad de casos, en la comunidad. “Es ahí donde se origina y donde los liderazgos femeninos se descubren y se afianzan”.
En este sentido, encomió la determinación del Presidente Enrique Peña Nieto de fortalecer los derechos políticos de las mujeres mediante la reforma constitucional que instauró la paridad electoral.
A propósito de las acciones que social e institucionalmente es necesario reforzar en favor de las mujeres, señaló la tolerancia cero hacia la violencia y el maltrato y el uso de la educación en derechos y desde la familia, “porque ahí se encuentra el principio de todo, de lo malo y de lo bueno”, concluyó.