Con la intención de prevenir la pérdida de empleos formales y fuentes de trabajo como consecuencia del impacto que la contingencia sanitaria por el COVID-19 tiene en la dinámica económica mundial, el gobierno de México debe considerar políticas fiscales condicionadas para el sector empresarial, afirmó el investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma del Estado de México, Pablo Mejía Reyes.
El integrante del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) de la UAEM explicó que al menos durante tres meses, el gobierno federal debe persuadir a las pequeñas y grandes empresas a mantener su planta laboral, evitando los despidos ante el aislamiento que debe acatar la sociedad mexicana para prevenir la propagación del coronavirus y la consecuente disminución en la demanda de productos, así como el cierre de negocios.
Precisó que estrategias fiscales como la condonación de impuestos a las empresas deben estar condicionadas a mantener plazas laborales con el pago total o parcial del salario que permita a los trabajadores comprar lo necesario para vivir y tener certidumbre durante las siguientes semanas.
Otra opción viable, indicó, es ofertar una exención de impuestos, a cambio de que haya mayor inversión en el territorio mexicano por parte de las empresas establecidas.
Mejía Reyes, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, aseguró que durante esta crisis sanitaria mundial que afecta todos los ámbitos de la sociedad, entre ellos, el económico, habrá múltiples pérdidas, que las empresas deben asumir con una visión a largo plazo, haciendo todo lo posible por mantener las plazas laborales y apoyar el aislamiento social.
Advirtió que en una primera etapa, los sectores que tendrán mayor afectación son los de servicios como el turismo, entretenimiento, restaurantes, bares y, posteriormente, el manufacturero.
El desempleo, alertó el académico, afectará en una primera fase las plazas eventuales; sin embargo, si la denominada cuarentena se extiende hasta junio, la pérdida también tocará a las plazas permanentes.
“Para que la situación sea menos grave de lo que se vislumbra tenemos que actuar con lógica social, más que con una individual o de ganancias”, finalizó Pablo Mejía Reyes.