El negocio de la basura

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¿Quién podría creer que los desechos o basura representan un negocio de millones de pesos? Pues sí, por el material susceptible de ser rehusado: papel y cartón; chatarra y metal; pilas y baterías; pintura y aceite; plásticos, vidrios, textiles y materia orgánica.

En otras palabras, la gran mayoría de la basura, que asociamos con inservible, se puede reciclar, excepto los residuos peligrosos, servilletas y papel de cocina sucios, focos, espejos y gafas de sol, telas impregnadas de pintura y latas con sustancias tóxicas.

Del reciclado viene el negocio de la basura pues a las empresas les representa grandes ahorros en gastos de compra y procesamiento de materia prima.

Sin embargo, el reciclaje transita de manera clandestina. Inicia con la recolección de basura a cargo de particulares, en las afueras de instalaciones públicas o privadas, y en en calles por donde pasa poco o nunca pasa el camión de la basura.

Pero son líderes de esos recolectores de desechos quienes obtienen la mayor ganancia y esto hace que se permitan ejercer control sobre sus seguidores, los grupos contrarios y en los basureros público.

La basura puede parecer a muchos algo superado en cuando se entrega al recolector. No obstante, detrás de este acto hay un negocio en millones en manos de unos cuantos al que no se ha logrado o querido someter.

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