La Procuraduría General de Justicia del Estado de México negó que se hubiera extirpado un órgano a un cadáver hallado en un lote baldío de Capultitlán, precisando que la víctima era un indigente de 25 años de edad aproximadamente y que fue atacado por perros, pero jamás se le extrajo un riñón.
Alejandro Carmona Prantl, subprocurador regional de Toluca, de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, sostuvo además que nadie ha reclamado el cadáver ni siquiera vecinos del lugar donde fue hallado, y a juzgar por sus características y vestimenta se trataba de un indigente.
Aseveró que el hoy occiso había ingerido bebidas embriagantes y, por lo tanto se encontraba en un estado de semi-inconsciencia cuando fue atacado por perros, pero de acuerdo con la necropsia que se le practicó, no le faltaba ningún órgano ni tenía ninguna herida provocada por arma punzocortante.
«Todo el cuerpo presentaba rasguños y laceraciones de mordidas de perro, que son muy distintas a las heridas provocadas por arma punzocortante
