La normatividad mexicana debe abordar la atención a sectores específicos de la población, como los mayores de 80 años, así como la población de la tercera edad que voluntariamente vive sola y carece de asistencia familiar, aseveró la especialista en Derechos Humanos Laura Zaragoza Contreras, en la Universidad Autónoma del Estado de México.
Alertó también sobre la necesidad de atender a las mujeres de la tercera edad que son solteras o viudas, a aquellas que están casadas y culturalmente se les asigna el papel de “cuidadoras” de su compañero y a los adultos mayores que son homosexuales o discapacitados.
En el Centro de Investigación y Estudios Avanzados de la Población (CIEAP) de la UAEM, la experta en temas de sociología jurídica, identidad, grupos minoritarios y familiares enfatizó la necesidad de realizar una revisión minuciosa de las normas y leyes que no corresponden a la realidad e incluso, están desfasadas de las necesidades actuales de grupos sociales.
Al presentar los avances de la investigación “Dimensión subjetiva del derecho humano a la salud de los adultos mayores”, afirmó que en juzgados familiares de la entidad crece el número de adultos mayores que inician un proceso judicial, como consecuencia de que sus hijos los responsabilizan de la custodia de los nietos.
La también profesora de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Autónoma del Estado de México y el Centro de Investigaciones Judiciales del Poder Judicial del Estado de México detalló que los principales motivos por los que la población acude a los juzgados de lo familiar son pensión alimentaria, violencia, guardia y custodia de menores y divorcios.
Laura Zaragoza Contreras puntualizó que 80 por ciento de la población que comparece a juicio en este tipo de juzgados son mujeres jefas de familia, mientras que el resto es población adulta mayor.
