Nuestra diversidad biológica

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Hoy es el Día de la Diversidad Biológica. Una fecha para recordar entre otras cosas, la extensa variedad y abundancia de frutos y alimentos en general originarios de México y que están a la vista de cualquiera en puestos callejeros, mercados, la Central de Abasto, centros comerciales y restaurantes.

Recordar también que esos mismos productos son por tanto, exóticos en otros países y muy caros: ¿Quién se imagina pagar por ejemplo 4 dólares u 80 pesos por un mango en Estados Unidos?, ¿comprar un melón hasta en 5 mil pesos como sucede en Japón?

Tener a nuestra disposición productos tan distintos y de alto valor nutritivo y medicinal, como el aguacate, la guayaba, la piña, el mamey, las tunas y el zapote, nos hacen únicos y selectos a nivel mundial.

El dilema es, claro, cuando adviertes que miles de mexicanos nunca han probado tales exquisiteces por falta de recursos; que tiene lugar un marcado desperdicio de esos alimentos por las cadenas de producción, distribución y almacenamiento y que la actividad agropecuaria ha cambiando empezando por las características del subsuelo y que en conjunto, tienen en riesgo de supervivencia frutos como el plátano y la fresa. Valoremos nuestra diversidad de alimentos.

Escucha aquí el comentario editorial de Patricia Maldonado:

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