Nuestras actitudes hablan de nosotros.
El conjunto de las personas que vivimos en Toluca tenemos dos características comunes: no disgusta involucrarnos en los asuntos públicos y pensamos que el gobierno es responsable de todo.
Esta realidad la hicieron notar los empleados de Limpia del ayuntamiento, al señalar que los habitantes no contribuimos a mantener presentable la ciudad y no separamos la basura en orgánica e inorgánica porque creemos que es responsabilidad del gobierno y para eso se le paga con impuestos.
No confundamos las cosas. La limpieza es un hábito que se aprende y desarrolla en casa y se lleva a la calle. También se es limpio por respeto al medio ambiente.
Nuestra indisposición a cooperar en el tema de la basura tiene trasfondo: nuestra medianía como ciudadanos.
Si no cambiamos nuestra actitud ocurrirá pronto lo que nadie quiere: que la basura se convierta en un problema de salud pública.
