Nuevamente el transporte público de pasajeros hizo de las suyas en el valle de Toluca: dejó a decenas de usuarios esperando camión para ser trasladados a su destino.
Pareciera que los concesionarios no se dan cuenta o simplemente, les vale, que el chivo expiatorio de sus demandas sea el que los mantiene: el usuario.
A ver, ¿Qué otras demandas pueden tener los transportistas que no sean las de aumentar la tarifa o quejarse de los asaltos y el incremento en el precio de insumos como gasolina y refacciones?
Obviamente, asuntos irregulares. Los concesionarios quieren más permisos de circulación, renovación de los que ya tienen, ampliación de rutas y tolerancia a las unidades viejas y contaminantes.
Pero, ¿Qué pasaría si algún día los usuarios del transporte se negaran a subirse a los camiones por la razón que sea?
El valiente vive hasta que el cobarde quiere.