Con la entrada en vigor de la versión 3.3 de la e-factura el 1 de julio, el fisco tendrá mayor información sobre los contribuyentes, con lo que realizará acciones de fiscalización de una manera más sencilla.
El plazo para realizar el cambio de las facturas a la nueva versión es el 30 de noviembre próximo, lapso en el que aún los contribuyentes podrán emitir facturas en la versión 3.2.
La nueva factura electrónica requiere de mayor información sobre las operaciones que realizan los contribuyentes, lo que facilitará al fisco realizar trabajos de inteligencia y de esta forma, ahorrará tiempo para la fiscalización.
La mayor parte del impacto será para las grandes empresas, debido a que tendrán que cuadrar sus informes con uno de los principales catálogos del SAT.
El fisco publicó un catálogo de cerca de 60,000 productos que tienen que usar las personas morales para llenar las facturas.