A pesar de que la oferta cinematográfica en línea se amplió como resultado del confinamiento por COVID-19, nunca podrá sustituirse la experiencia y el encuentro en salas y festivales de cine, afirmó la cineasta Leslie Borsani, en la Universidad Autónoma del Estado de México.
En el marco del Festival Reflejos del cine, marco en el que presentó el proyecto Pantallas Alternativas, indicó que llevar a cabo festivales fílmicos y acudir a salas seguirá teniendo una importancia vital en la sociedad.
Expresó que en plataformas digitales el impacto es menor, ya que en la mayoría de las ocasiones no hay contacto con otras personas. “Hace falta un programador que haga una curaduría de la gran oferta que hay en línea”.
Leslie Borsani, fundadora de Cine la Mina, en Guanajuato, refirió que su acercamiento al séptimo arte comenzó cuando formó parte del cineclub de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México, institución de donde egresó.
Al hacer ciclos de cine tuvo la oportunidad de realizar análisis y diálogos luego de ver películas; además, pudo invitar a cineastas jóvenes, quienes pudieron conversar con el público del cineclub.
“El cine tiene la potencia social para dialogar y transformar realidades. A partir de las películas que vemos se transforman concepciones de la realidad y genera diálogo”.
Leslie Borsani mencionó que al estudiar el Doctorado en la Universidad de Guanajuato se dio cuenta que la ciudad necesitaba espacios para la exhibición de cine independiente y cultural.
En varios estados, abundó, es común solo contar con complejos comerciales donde la oferta son únicamente las producciones estadounidenses. “Persiste una centralización de la cultura” y el propósito de Cine la Mina, dijo, es ofrecer una oferta filmográfica alternativa.