El pan de dulce aporta hidratos de carbono y antioxidantes, lo que deriva en más energía y retraso en el envejecimiento, así lo asegura un estudio realizado por el Departamento de Nutrición de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid.
Los nutriólogos aseguran que este alimento no debe ser satanizado ni eliminado de las dietas ya que contiene poca grasa, no contiene colesterol y es rico en minerales, vitaminas como el calcio, hierro, zinc, magnesio, potasio, fósforo, vitaminas B1, B6, niacina, diversos componentes bioactivos, así como antioxidantes, además de que favorece la salud digestiva.
En tanto que el pan integral contiene vitaminas B1 y B6 que son esenciales para el metabolismo, tiene un alto contenido de fibra que ayuda a regular las funciones intestinales lo que ayuda a evitar enfermedades como la diabetes tipo 2.
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