Según el Atlas Mundial de Obesidad, México ocupa actualmente el quinto lugar en el mundo en obesidad con 36.1% de los adultos y las proyecciones indican un aumento significativo en los próximos años. Concretamente en 2030, se espera que más de 35 millones de adultos estén obesos, lo que representa un grave problema de salud pública.
Por esta razón, tenemos que vernos en el espejo y luego pesarnos para comparar el resultado con nuestra estatura. Ahora bien, la obesidad que presentamos es debida a diversos factores que ya conocemos y que se nos olvidan o los hacemos a un lado: comemos alimentos procesados y refrescos; pocas frutas y verduras o alimentos naturales; no medimos cantidades ni horarios; no hacemos ejercicio -especialmente en entornos urbanos como Toluca- y también no todos tienen acceso a alimentos nutritivos. Ya encontramos justificantes como la falta de tiempo para cocinar, que hemos adoptado la comida rápida y hasta la idea de que sale más caro comer en forma nutritiva.
La obesidad de los mexicanos se refiere en aumento a mediados de los años 90, con el Tratado de Libre Comercio y la globalización, al facilitar el flujo de productos industrializados altos en calorías, azúcares y grasas, desplazando al maíz, frijoles y verduras frescas. Tenemos que atender el problema y está en cada uno tomar la iniciativa; de continuar como hasta ahora, perderemos años de vida y la vida misma. Según el INEGI, cada hora mueren casi 30 por obesidad y la obesidad están presentes en todas las enfermedades.
