Tenemos un montón de obras de infraestructura por el valle de Toluca. Pero me atrevo a asegurar que la más importante es la del tren México-Toluca, por lo que habrá de significar en un futuro —espero— no muy lejano.
Pero el arriba firmante cree que a la par de esas obras deberían estar en marcha o al menos en la planeación gubernamental, algunas obras adicionales.
Lo digo porque mucha de la infraestructura que tenemos ha olvidado los servicios adicionales que requiere. Por ejemplo: todos los días hay un embotellamiento en la lateral del Paseo Tollocan enfrente del Hospital de la Mujer, debido a que los familiares de las pacientes se estacionan sobre esta vialidad ante la evidente carencia de un espacio de estacionamiento —así sea administrado por manos privadas—. Claro, cuando se construyó y puso en marcha el citado hospital no había tantos autos, no había ni siquiera un paso a desnivel y nadie planeó para el largo plazo. Un ejemplo semejante es el Centro de Servicios Administrativos en el crucero de Paseo Tollocan y Urawa, donde sí hay estacionamiento, pero con los autos de los servidores públicos es suficiente para llenarlo.
Pero no sólo hablo de estacionamientos.
Ahora que se construye el tren, no observo que en las inmediaciones de las estaciones esté en marcha la construcción de un estacionamiento, ya sea para los usuarios o para quienes acudan por algún pasajero. Tampoco se ve que vayan a construir bahías para el ascenso y descenso de personas. Y hay calles que merecerían una ampliación, como Laguna del Volcán, que de cuatro carriles se estrecha a dos en el cruce con Las Torres, habiendo espacio para un par de carriles adicionales.
Entiendo que el tren es lo importante, pero no se pueden olvidar las necesidades que genera o las que esta sistema de transporte va a generar o las que se pueden resolver ahora que está en proceso de construcción.