Los esfuerzos por preservar el tlahuica (pjyekakjó) que se habla en el municipio de Ocuilan, de la familia otomangue, vinculado al matlatzinca y en peligro de perderse, a los que se ha sumado la misma población, y el pasado prehispánico, colonial e incluso revolucionario, así como el proyecto arqueológico que se desarrolló en esas tierras, son la base para considerar la riqueza histórica y el presente de las comunidades que mantienen vivas tradiciones y costumbres centenarias.
El Colegio Mexiquense realizó, con el apoyo del ayuntamiento de Ocuilan, la mesa itinerante dedicada al municipio, en dos sesiones en las que se hicieron ocho exposiciones por parte de historiadores, arqueólogos y servidores públicos municipales, para abordar temas que cubrieron un amplio arco temporal, desde el último tramo del periodo prehispánico hasta la Revolución de 1910 con la presencia zapatista en esa parte del Estado de México.
Con la coordinación de la historiadora Tatiana Pérez Ramírez, profesora-investigadora de El Colegio Mexiquense, la mesa itinerante permitió que especialistas ofrecieran reflexiones e información sobre la necesidad de continuar el rescate del tlahuica de Ocuilan y del convento agustino que fue dañado por el sismo de 2017, sin que haya un proyecto de rescate.
En la primera jornada, en la que estuvo Lucía Rivera Torres, presidenta municipal por ministerio de ley, con la moderación de Xavier Noguez, profesor-investigador de El Colegio Mexiquense, la reconocida investigadora del INAH Martha Muntzel hizo una erudita exposición titulada «Ocuilan, una historia de relaciones interétnicas», en la que dijo que desde tiempos prehispánicos es una región interétnica, por lo que los grupos sociales de hoy comparten herencia, tradiciones y una historia común.
Habló de las relaciones interétnicas entre pueblos y poblaciones del Valle de Toluca y Ocuilan desde tiempos prehispánicos, comparó palabras tlahuicas (pjyekakjó) y matlatzincas para ver su parecido lingüístico y sus diferencias, al tiempo que dijo que ya no hay nahuahablantes en Ocuilan, aunque en Tilapa hay algunos que hablan otomí.
Rosa Guadalupe Peña Virchez, profesora-investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México, expuso «Ocuilan: tiempo y espacio histórico», con un recuento de los trabajos de restauración de lo que fue el convento agustino, dañado de manera muy severa por el sismo del 19 de septiembre de 2019, sin que haya instancia que considere un proyecto de restauración.
Aileen Patricia Martínez Ortega, profesora-investigadora del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, hizo otra exposición erudita titulada «Filiación lingüística del tlahuica, una mirada tipológica».
La segunda jornada fue moderada por Miriam Moreno Chávez, profesora-investigadora de estancia postdoctoral Conacyt en El Colegio Mexiquense, y Yessica Villegas Espinal rastreó la presencia de Ocuilan en los códices prehispánicos y coloniales Matrícula de Tributos, Mendoza, Telleriano Remensis, Vaticano A o Ríos y de Malinalco.
En su oportunidad, Tatiana Pérez Ramírez expuso «La Revolución en Ocuilan», en la que habló de la presencia zapatista en ese municipio entre 1911 y 1920, y dejó abierta la puerta a la posibilidad de que haya habido una revolución en el Estado de México por la demanda de tierras, y aventuró que tal vez hubo un zapatismo mexiquense.
Citlali Encarnación Medina, directora de Asuntos Indígenas; Erika Peralta Salinas, coordinadora de Cultura, y Briseida Peñaloza González, coordinadora de Turismo, expusieron temas relativos a la lengua y cultura tlahuica de Ocuilan, así como a los actuales atractivos turísticos del municipio, además de Chalma y otros sitios de sobra conocidos.
Este martes 14 y el miércoles 15, a partir de las 16:30, a través de Facebook y YouTube, se llevará a cabo la mesa itinerante de Amecameca, con nueve ponencias y la coordinación de los historiadores Moroni Spencer Hernández de Olarte y Raymundo Martínez García.