Han pasado tres años de gobierno del actual presidente de la república y este todavía se sigue quejando de lo que dejaron sus antecesores y a la vez, sin resolver problemas como el desabasto de medicamentos. Ayer refirió, en defensa, que diez empresas eran las que vendían toda la medicina al gobierno y tres de las diez el 50 por ciento. Pero prometió que se van a saturar los almacenes de los hospitales de medicinas. Y anteriormente declaró que si no resolvía el desabasto se dejaría de llamar Andrés.
Mientras vemos resultados, la organización Mexicanos contra la Corrupción señaló que el desabasto tiene su origen en que las autoridades subestimaron la complejidad de la cadena de acceso a medicamentos y cambiaron los procesos de adquisición y distribución de manera súbita y poco estructurada.
De su parte, la gente está desesperada por recibir sus medicamentos que le ayudarán a evitar la muerte, complicaciones o control de enfermedades. Y, claramente, se trata sobre todo de personas que no pueden pagar medicamentos costosos o aquellos que quieren aprovechar la prestación de salud pública.
El acceso a los medicamentos es elemento fundamental del derecho a la salud.
