La fecha de hoy es sin lugar a dudas la más mágica que podemos tener los seres humanos. Todo empieza con la historia que nos cuentan nuestros padres de la existencia y visita de tres grandes personajes -Melchor, Gaspar y Baltazar- a nuestra casa. Vienen a dejar cada año regalos especialmente para los pequeños porque a lo largo del último año los menores se portaron bien y en recordatorio de que, cuando nació Jesucristo, tres reyes acudieron a conocerlo llevándole oro, incienso y mirra.
Luego hay que escribir una carta con las peticiones de regalos y enviarla al cielo en globo o depositarla encima de un zapato.
Posteriormente viene el momento en que hay que dormirse -a veces sin sueño- para levantarse temprano y ver lo que dejaron los reyes. Una vez amanecido tiene lugar el momento clímax del encuentro con los regalos y su destape.
Hoy es un día para dedicárselo a los menores y que se sientan queridos, atendidos y que son importantes. Hay que compartir tiempo con ellos para disfrutar de los obsequios y hacerles ver que en medio de todas las actividades que comúnmente tenemos están presentes en nuestras vidas.