Y nos encontramos a la mitad de la cuesta de enero. Se dice que este mes es cuando más le sufrimos los mexicanos para que nos alcance el dinero y pagar los gastos del mes después de las fiestas de fin de año. Pero hay que pagar también el agua, el predial-, las tarjetas de crédito, préstamos si los adquirimos, mantenimiento de los autos si los hay. Claro, igualmente, las cuentas del celular, la colegiatura de las escuelas y los gastos médicos.
Pero también se le llama cuesta de enero y en España y toda en Latinoamérica porque suben los precios, las tarifas y tasas de productos y servicios. De hecho, el Banco de México ha vaticinado que esta cuesta se podría prolongar hasta mediados de año y que sería la peor en los últimos 21 años. Para mayor referencia, la inflación está en 7.36 por ciento según el INEGI.
En esta dirección, destacamos la subida del costo del litro de gasolina -aunque el gobierno federal descarta que sea gasolinazo-, y artículos de la canasta básica con incremento más alto como la carne de res, el pollo, el limón y el plátano.
La cuesta de enero no viene bien a la mayoría. No solo hay que estirar el dinero sino ir previendo cómo vendrá el año en gastos.
