El presidente de la república finalmente dijo lo que ya esperábamos: que no acudirá a la Cumbre de las Américas y en su lugar asistirá el canciller Marcelo Ebrard.
La decisión ha venido siendo polémica en términos de que el mandatario está apoyando a los dictadores de Cuba, Nicaragua y Venezuela, aunque él dice que no, sobre la libertad que promueve Estados Unidos.
Pero, ¿qué tan relevante es la Cumbre de las Américas? Fundamentalmente se trata de un encuentro que realizan de manera periódica los líderes políticos del continente con el objetivo de debatir y definir acciones frente a problemas y desafíos compartidos por la región.
Así pues, los puntos a tratar tienen que ver con democracia, derechos humanos y desarrollo; el aumento de la competitividad económica; el mejoramiento del acceso a la energía limpia y la tecnología de la comunicación; y al fortalecimiento de la seguridad regional y combate al tráfico ilícito.
Si somos realistas, los países con dictadura poco o nada tienen que hablar en democracia, porque no realizan elecciones; en derechos humanos, porque los reprimen, y en desarrollo económico porque están estancados. Es como invitar a una reunión a quien busca, hace y defiende lo contrario.