Después de la declaración del presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción delegación estado de México, Enrique Maza, no queda más que preguntarse qué viene en materia de obras en nuestra entidad al registrarse un incremento del acero y la varilla de 150 por ciento.
Es decir, tanto empresas como particulares verán aumentada considerablemente la construcción que habían planificado para este 2022 y eso no descarta que haya suspensiones de las mismas y desempleo para los trabajadores de sector. Obviamente, el anuncio del líder empresarial va acompañado de una petición de ayuda al gobierno de la república mediante un plan de reactivación económica y estabilización de los precios.
Y es que ya desde antes de la pandemia se hablaba de escasez de construcción de obras, incluso peor que en la crisis de 2009, y luego la pandemia vino a agravar las cosas por la suspensión de proyectos. Hasta este momento lo que existe es la eliminación de aranceles de importación a una lista de alimentos.
Pero seguramente, al igual que la construcción, otros sectores empezarán a alzar la mano de que se están ahogando. Por algo la versión del Banco Mundial de que el COVID-19 hundió a la economía en la peor recesión después de la Segunda Guerra Mundial.
