Y como sucede cada año en estas fechas, las extorsiones están a flor de piel. Y lo mismo son a particulares que a espacios públicos y privados, entre ellos la Universidad Autónoma del Estado de México a quien le han pedido depósitos de dinero por supuesta inspección sanitaria en sus instalaciones.
Mucho cuidado pues con quien nos llama. De entrada, si no reconocemos el número, lo mejor es colgar. Pero, caso de contestar, hay que mantener la calma y concentrarnos en no dar información nuestra o que pueda serle útil a los extorsionadores para que nos presionen. Obviamente, empezarán por preguntarnos con quién se habla, a lo que debemos contestar con quién quiere hablar. También se nos puede asegurar que es algún pariente nuestro y debemos pensar en si de verdad es tal. De nosotros depende que se consume la extorsión.
Por el otro lado, conviene anotar la hora de la llamada al igual que el número entrante y el sexo de la persona. Luego llamar a los teléfonos de denuncia 089 y 911.
Las extorsiones más comunes en México son el supuesto secuestro de un familiar; un familiar procedente del extranjero que está en problemas; deudas contraídas; algún premio o por negocios. La extorsión telefónica es un delito común y grave que consiste en engañar, intimidar o hacer un reclamo.