Haber nacido y vivir en San Pablo Autopan hace sentir a Ariel, de 9 años de edad, todo un artesano, aprender a elaborar cestas de palma le da felicidad y le gusta, sobre todo cuando observa a su abuela, Justina Medrano Valdez, tejer bolsas y canastas, dice que ella tiene una gran habilidad que espera algún día poder desarrollar.

Recordó que una tarde recolectó las tiras de palma que quedaron extendidas en el piso luego de que sus padres concluyeron una jornada de trabajo, comenzó a tejer dejando volar su imaginación, el resultado fue una diminuta canastita que, al día siguiente junto con otras piezas, su padre llevó a vender a la Alameda de Toluca y que compraron por 10 centavos, en ese momento se dio cuenta que además de tejer por gusto podía hacerse de su propio dinero.
Doña Justina se siente orgullosa y feliz de que su bisnieta de tres años de edad, así como sus seis nietas y nietos con edades que van de los 9 a los 16 años, se interesen por aprenden el trabajo que realiza y de esta manera prevalecerá por muchos años más.
Dulce María, Karla y Leonel son los nietos mayores, le ayudan a tejer los asientos y asas para bolsas, canastas y portavasos, mientras que los pequeños como Mayte, Elizabeth y Ariel la apoyan en el proceso de preparación de la palma que consiste en azufrarla, rajarla y pintarla.
Seguir la tradición que sus bisabuelos le heredaron es lo que desea Dulce María, de 12 años de edad, porque además de mantener viva dicha rama artesanal aprende a realizar una actividad de la que pueden obtener recursos económicos. Para Elizabeth, de seis años, su abuelita es la mejor tejedora de canastas de palma y aprende de ella.
La familia Jiménez Medrano lucha todos los días para mantener las tradiciones, usos y costumbres, que dan identidad a su pueblo natal, San Pablo Autopan, agradecen el apoyo y compromiso del gobierno municipal de Toluca para que renazca la actividad artesanal.