En el marco del Día Mundial de la osteoporosis que se conmemora cada 20 de octubre, el Instituto Mexicano del Seguro Social Delegación Estado de México Poniente, señala que a partir de los 45 años es recomendable que hombres y mujeres se practiquen una prueba de densitometría para determinar si padecen osteoporosis.
La doctora María Guadalupe Santillán Mora, jefa del Departamento de Enseñanza e Investigación del Hospital de Gineco Obstetricia No 221 del IMSS Estado de México Poniente, indicó que la osteoporosis es una enfermedad caracterizada por la disminución de la densidad ósea de los huesos es decir la resistencia de los mismos para no romperse. Esta densidad se compone de la formación trabecular (como de malla) de los huesos y las proteínas y minerales, principalmente el calcio que en ella se alojan.
La doctora Santillán Mora resaltó que la osteoporosis es una enfermedad que puede afectar a mujeres y hombres de edad adulta, entre los 45 y los 65 años de edad; sin embargo, el sector femenino es el que la presenta con mayor frecuencia pues los embarazos, la llegada de la menopausia y el climaterio, generan pérdida de calcio, ocasionando en los huesos porosidad, adelgazamiento y fragilidad.
De 10 consultas relacionadas con osteoporosis, siete u ocho corresponden a mujeres y sólo dos o tres a hombres, generalmente a pacientes que tuvieron un factor de riesgo como el consumo de esteroides u otros de índole genético.
Agregó que las fracturas más comunes asociadas a este padecimiento son las de los huesos largos, como es el fémur, en especial la parte donde se une con la cadera, así como los cuerpos de las vértebras, donde se dan con frecuencia las denominadas facturas por compresión en las que sin motivo aparente la vertebra se colapsa porque está muy débil.
También existen fracturas patológicas, es decir, aquellas que “no se explican”, se presentan con un pequeño golpe, por cargar algo pesado o por torcerse un pie, sin embargo, la factura de cadera es la más frecuente y grave, ocasiona muchas molestias para el paciente y los familiares, además de que genera un gasto considerable para el sector salud, pues implica la implantación de prótesis con alto costo y lapsos de recuperación muy prolongados.
La osteoporosis debe prevenirse desde la infancia, con la ingesta de alimentos ricos en calcio, como leche y sus derivados, además de pescado o brócoli. La alimentación balanceada debe acompañarse de ejercicio simple, que requiera que el esqueleto soporte al cuerpo, por ejemplo caminata de entre 20 o 30 minutos diarios.
Es recomendable que las personas adultas se realicen una densitometría ósea; prueba especializada para diagnosticar la osteoporosis.
