Qizai tiene 7 años y es el principal atractivo turístico de la reserva natural china de Foping. Se trata de un panda gigante de pelaje blanco y marrón que a sus dos meses de edad habría sido abandonado por su madre y encontrado en el 2009 por una bióloga de dicha reserva.
El pequeño, de dos kilogramos de peso en ese tiempo, sería el quinto panda marrón visto en el mundo según los expertos. Sin embargo y con el paso de los años, ser único en su especie no le ayudó mucho a la hora de unirse con otros osos panda que lo habrían discriminado y alejado del grupo de mamíferos por tener un color de pelo distinto. La soledad, al parecer, fue su única compañía dentro de la reserva china.
Para eso, ingenieros del parque y sus cuidadores lo acogieron, le dieron comida y hoy tratan de conseguirle una pareja con el único fin de que la especie perdure. Asimismo, la fama de este mismo ha crecido gracias a que su cuidador, He Xin, compartió varias fotos del panda en la red social Weibo, lo cual ha generado gran cantidad de comentarios positivos.
“Es más lento que otros pandas, pero es más tierno, gentil, amoroso, adorable y divertido que los demás”, habría dicho su cuidador.
Para los científicos, el origen del color marrón en el pelo del oso aún es materia de investigación. En principio se detalla que su color es producto de una mutación aunque también se especula que su apariencia corresponde a un regreso a la forma común de sus antepasados y hasta de una subespecie de osos panda.
La reserva natural asegura que el último oso panda marrón visto fue Dan Dan en 1985. Este mamífero alcanzó a vivir 13 años.
*Agencia iD