Durante la pandemia, el grupo de estudiantes con capacidades diferentes fue uno de los sectores con poco apoyo en el sector educativo, lo que ocasionó estancamiento en su aprendizaje y en otros, se dio un retroceso, aseguró Laura Ramírez, directora de Activación de Mexicanos Primero. Lo que habla, agregó, de una invisibilización.
Refirió que al cierre de las escuelas en marzo de 2020, algunos estados del país hicieron un cierre intempestivo dejando en resguardo los libros de texto escritos en braille para los alumnos con debilidad visual y también diversos materiales elaborados exprofeso para estudiantes con alguna discapacidad.
Acusó que no se haya emitido una política expresa pues, señaló, el Estado se quedó corto en su atención.
Si bien, agregó, los maestros y maestras generaron estrategias para mantener el contacto con los estudiantes y sus familias, se generaron videos en lenguaje de señas mexicanas en algunas plataformas, a la par que se adaptaron algunos materiales, se dio mínima atención a la ruta de aprendizaje y careció de apoyo.
Manifestó su preocupación ya que los niños y niñas en condición de discapacidad no solo estancaron su aprendizaje sino que retrocedieron, incluso, dijo, en temas de la vida cotidiana pues su educación implica conocimientos necesarios sobre sus procesos para vestirse, para alimentarse, ejemplificó.
