Aclaraciones pertinentes: primera, que las encuestas se han equivocado de pe a pa en muchos procesos electorales recientes. Segunda, que las encuestas no son, como muchos quisieran creer, un método de adivinación —era más infalible el ciego Tiresias—. Y tercera, que los mexicanos hemos aprendido a contestar encuestas y nos hemos replegado a la célebre espiral del silencio, para guardar nuestra verdaderas intenciones.
Hechas las aclaraciones, proceso a señalar que tengo en mis manos —bonita frase que tiene por intención legitimar lo que sigue— una encuesta que indica claramente que los aspirantes a candidatos a gobernador del estado más conocidos entre los mexiquenses son, en estrito orden alfabético, Alfredo del Mazo Maza, Alejandro Encinas Rodríguez, Ana Lilia Herrera Anzaldo, Carolina Monroy del Mazo, y Josefina Vázquez Mota.
No diré los porcentajes básicamente por una razón: no se me pega la gana.
Sólo diré que entre los punteros hay una carrera parejera.
Y algo más: que en la región con mayor cantidad de votos, que es la zona metropolitana del valle de México se agregan algunos nombres a los ya mencionados —otra vez en orden alfabético—: Carlos Iriarte Mercado, Alejandro Martí, Alfonso Navarrete Prida, Ernesto Némer Álvarez y Ulises Ramírez Núñez.
Pero en política nada se sabe con certeza. Tratándose de encuestas, los resultados más recientes demuestran que no se puede confiar plenamente en estos instrumentos.
Pero de que dan de qué hablar, dan de que hablar.
Por ejemplo: de entre los muchos priistas que están en la lista de aspirantes, sólo dos tienen mejores número que los que Vázquez Mota.
¿Saben quiénes son? Yo sí, y no pienso decirles.