Pendiente número uno: Organismos públicos y gobiernos de todo el país han comenzado a darle gusto a los mexicanos: han iniciado con los recortes a sus salarios y sus gastos, como medida para hacer frente a las críticas que trajo consigo el gasolinazo.
En Nuevo León, Zacatecas, Sonora, Guanajuato, la Ciudad de México y el Instituto Nacional Electoral ya se anunciaron los recortes. 10 por ciento por aquí, cancelación de obras suntuarias por allá, suspensión de privilegios, menor uso de vehículos, subsidios en impuestos, y otras ideas, todas políticamente correctas, hemos escuchado en los últimos dos dias.
Solo esperemos y estemos atentos de que no se haya tratado de palabras. Que en el tiempo esas expresiones se materialicen en una disminución real del gasto.
Además, esperemos que el gobierno del estado de México pronto haga un anuncio semejante, que traiga consigo esa justicia económica que muchos demandan.
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Pendiente número dos: esta temporada invernal la contaminación del valle de Toluca ha registrado indicadores sumanente elevados. Incluso por encima del valle de México.
Este jueves tuvimos al medio día 117 unidades de contaminación por partículas suspendidas, las que mayores daños causan a la salud.
Pero durante las fiestas de navidad, del 24 al 26 de diciembre, la Red Automática de Monitoreo Atmosférico de la Zona Metropolitana de Toluca, que depende de la Secretaría del Medio Ambiente, reportó 153 y 173 unidades de contaminación, estos últimos se registraron el 25 de diciembre… En esa misma fecha, en el Valle de México había 140 unidades, 33 menos que en Toluca.
En el valle de Toluca las actividades continuaron con normalidad, porque ninguna dependencia gubernamental lanzó la voz de alerta, que en otras ciudades sí hubiera sido posible.
Y justamente eso eso lo que nos hace falta: que alguien se haga responsable de mantener informada a la población de manera permanente. Así, al margen de lo que deben hacer los responsables de abatir la contaminación, cada quien podrá decidir qué debe y qué no debe hacer.