Al menos una buena noticia entre tantas otras que no son prometedoras. El gobierno federal anuncia que ampliará a 65 años la pensión para adultos-mayores, tal y como ocurría en otros sexenios.
Y es que la pobreza de este sector social es abrumadora. Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social cuatro de cada diez personas adultas mayores en México están en situación de pobreza y sin posibilidades o condiciones de trabajo lo que significa carencias en alimentación, salud, vestimenta y otras.
Está previsto que el recurso se entregue a partir de julio de este año con incremento de 15 por ciento cada uno de los próximos tres años para llegar a un monto de seis mil pesos cada dos meses.
Ahora bien, lo que sigue es pensar en estrategias para que los ancianos puedan tener acceso a los recursos pues muchos de ellos presentan dificultades para caminar o desplazarse a los cajeros y usarlos. Por lo pronto, que no se diga que en este país es una condena estar viejo.
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