Los adultos mayores que han perdido el sentido del olfato tienen un riesgo más alto de demencia, así lo revela un estudio realizado por la Universidad de Chicago en Estados Unidos.
La investigación que incluyó a casi 3 mil participantes de 57 a 85 años de edad, evaluó la capacidad de identificar cinco olores comunes, descubriendo que aquellos adultos que no pudieron identificar al menos cuatro de los cinco olores tenían más del doble de probabilidades de sufrir de demencia, en un lapso de cinco años posteriores.
Mientras que casi todos los participantes que no pudieron identificar ni un solo olor fueron diagnosticados con demencia en ese periodo.
Estos resultados muestran que el sentido del olfato está conectado de cerca con la función y la salud del cerebro, lo que permitirá desarrollar nuevos tratamientos e intervenciones preventivas.