Cuando leí la lista del PRI de candidatos a diputados y senadores por la vía pluronominal, tuve dos sensaciones:
La primera es la cantidad de personajes afines al presidente Enrique Peña que aparecen en el listado.
Mi ignorancia puede ser monumental, como lo saben bien mis estimados cuatro lectores, pero no identifiqué nombres afines al del candidato presidencial del tricolor José Antonio Meade.
Lo digo porque en el pasado los candidatos que aparecían en esta lista eran personajes que se identificaban con el candidato presidencial del tricolor.
La segunda fue que en el caso de que ganara alguno de los candidatos opositores, varios de esos personajes necesitarán del fuero constitucional. No se necesita ser ducho en los entresijos del poder como para saberlo.
Ahí fue cuando me entró una duda existencial profunda. Mejor dicho, dos hondas dudas. Una: ¿ofreció José Antonio Meade acabar con el fuero? Creo que la respuesta a esta duda es afirmativa, aunque si gana la presidencia supongo que varios de la lista de plurinominales desecharían la posibilidad de tener problemas legales. Dos: ¿ofreció el presidente Enrique Peña desaparecer 100 diputados plurinominales y 32 senadores plurinominales? La respuesta es afirmativa también; aunque no lo hizo, porque se hizo la farsa de llevar la propuesta a una consulta popular y la tal consulta no recibió el aval constitucional que requería.
No se puede perder de vista que los personajes de la lista de candidatos plurinominales ganarían en cualquier caso, puesto que si pierde el PRI, como en el 2000, tienen altas posibilidades de ser legisladores y conseguir la protección del fuero. Porque en política, perdiendo también se gana.
