Los humedales de la Cuenca Alta del Río Lerma, la cual se extiende por 22 municipios del Valle de Toluca, han sostenido la vida humana durante tres mil años, pero hoy la acción humana los ha llevado a un estado de extremo peligro y para revertirlo puede ser determinante el conocimiento de lo que ha pasado en las tres últimas tres décadas.
El pasado domingo 2 de febrero se celebró el Día Mundial de los Humedales, ocasión en que los arqueólogos Yoko Sugiura Yamamoto, Magdalena García Sánchez, Gustavo Jaimes Vences y José Alberto Aguirre Anaya, autores del libro Conviviendo con las Ciénegas en el pasado reciente. Etnoarqueología del Alto Lerma, destacan la importancia del Valle de Toluca, reconocido por sus humedales, sus caudalosos manantiales, sus volcanes, sus densos bosques circundantes y el gran río Lerma, que atraviesa la fértil planicie de sur a norte.
En la obra se señala que la población debe tener conciencia de la urgencia de atender los efectos que ha tenido la acción humana, en especial por contaminación y el crecimiento de la mancha urbana en la cuenca del Alto Lerma, y en especial en las ciénegas formadas en las tres lagunas y el río.
El territorio del estado de México que pertenece a la macrorregión de la cuenca Lerma-Chapala-Santiago, la más grande del país, tiene una extensión de cinco mil 354 kilómetros, casi 10 por ciento del total de la cuenca, que es la más grande del país, con 33 municipios integrados a ella.
En la obra destacan que, desde la fundación de las primeras aldeas, hace alrededor de tres mil años, y hasta hace apenas unas décadas, los pobladores de esta región mantuvieron una estrecha relación con sus numerosos manantiales, con las tres ciénegas y con el Río Lerma.
A partir de este vínculo con su entorno lacustre, esos pueblos forjaron su particular manera de aprovechar los recursos bióticos mediante prácticas de subsistencia, tales como la pesca, la caza y la recolección o las artesanías elaboradas con tule.
Agregan que esta riqueza de saberes tradicionales se ha transmitido de generación en generación a lo largo de milenios y constituye la base de la identidad y el sentido de pertenencia de los pueblos de la región, por lo cual consideran que el acercamiento a la vida de estos pueblos es el eje central para la cabal comprensión de la historia particular del valle.
Los investigadores reconocen que, en las últimas décadas, por desgracia, se han detectado en los humedales cambios radicales, debidos fundamentalmente a causas antrópicas, que han provocado un acelerado proceso de destrucción ecosistémica.
El libro atiende tanto el interés del lector especializado como del público en general y presenta con un lenguaje accesible los resultados de la investigación realizada por el equipo liderado por arqueóloga Yoko Sugiura Yamamoto, investigadora nacional emérita y profesora-investigadora de El Colegio Mexiquense, en los más de quince proyectos de investigación realizados de mediados de los años noventa del siglo XX a principios de este siglo.