En países cultivadores de rosa, como Colombia, Ecuador y México, la presencia de plagas como la Mildiu velloso, ocasionada por el hongo Chromista Peronospora sparsa, representa una amenaza significativa para la producción mundial de esta planta ornamental, afectada por un complejo de enfermedades que inciden en la productividad, calidad, comercialización y costos de producción, ocasionando pérdidas que llegan hasta la totalidad de los tallos florales.
Los especialistas del Centro Universitario Tenancingo de la Universidad Autónoma del Estado de México, Pablo Israel Álvarez Romero, Rómulo García Velasco, Martha Elena Mora Herrera y Justino Gerardo González Díaz, indicaron que la floricultura es una industria global en los países en vías de desarrollo y desarrollados.
El volumen del comercio mundial, dijeron, se estima en un valor de más de 100 billones de dólares por año y los principales mercados consumidores son: Alemania (22 por ciento), Estados Unidos (15 por ciento), Francia (10 por ciento), Reino Unido (10 por ciento), Países Bajos (9 por ciento), Japón (6 por ciento), Suiza (5) e Italia (5 por ciento).
Los autores del trabajo de investigación “Estado actual de Peronospora sparsa, causante del Mildiu velloso en rosa”, puntualizaron que por su estética y belleza, la rosa es una de las flores más apreciadas, tanto en la industria florícola como en macetería.
Afirmaron que este cultivo ornamental es de importancia económica en México, con más de 712 hectáreas cultivadas anualmente, una producción de cinco millones 559 mil 218 gruesas (una gruesa equivale doce docenas de tallos), representando un aporte económico para el país de 1.225.457,39 miles de pesos.
Los especialista de la Autónoma mexiquense señalaron que aunque existen fungicidas empleados para el control del Mildiu velloso, hay nuevas alternativas para el control de enfermedades, como los fosfitos, que en investigaciones recientes han demostrado el potencial que pueden brindar al controlar e inducir respuestas de defensa a patógenos como P. sparsa en cultivos de zarzamora y rosa.
Reconocieron que aunque el manejo de la enfermedad es viable, es necesario investigar los cambios en las poblaciones del patógeno, factores ambientales y la interacción patógeno-hospedante, para ajustar las estrategias a emplear en cada región productora.
El cultivo de rosa, manifestaron Pablo Israel Álvarez Romero, Rómulo García Velasco, Martha Elena Mora Herrera y Justino Gerardo González Díaz, es influenciado por diferentes tipos de plagas y enfermedades que afectan la productividad y calidad, pero quizá las más importantes son las que atacan la parte aérea.