Las pérdidas que se han registrado por inundaciones en diversas partes del país tanto en materia vehicular como de viviendas difícilmente serán cubiertas por una póliza de seguros que permita a las familias recuperar sus bienes.
En México apenas el 11 por ciento de los hogares han contratado un seguro ante este tipo de eventualidades y en el caso de los autos muchas personas intentan adquirir una cobertura cuando ya se tuvo un percance o cuando se tiene una amenaza inminente de huracán o inundación, situación que también está blindada por las empresas aseguradoras.
Maribel Pérez Reyes, presidenta del Consejo Asegurador Mexicano en la entidad señaló que en esos casos la venta de pólizas se suspende al menos con 24 horas de antelación.
«Cuando se va acercando el huracán las aseguradoras cierran sus suscripciones usualmente 48 horas antes y ahí es hasta nuevo aviso que se vuelve a abrir».
Otra de las limitantes que se tienen para que una persona pueda acceder al pago de indemnización ante este tipo de eventualidades es que conozca el protocolo para poder hacer válida su póliza, esto es, no mover el carro ni intentar volverlo a encender si es el caso de una inundación, reportarlo de manera oportuna y contar con la totalidad de los documentos en original.
«Para que aplique el seguro en caso de una inundación es que si ya estas dentro de la inundación y el carro se apaga lo tienes que dejar, no intentar encenderlo justamente para buscar moverlo porque entonces ya entra un concepto que entra agravación del daño, ya no te va a cubrir la póliza, tienes que dejar que ya sea una pérdida total para que pueda aplicar el seguro».
Tanto en el caso de vehículos como viviendas el costo promedio de una póliza de seguros anual es del 10 por ciento del valor total del bien asegurado y siguen siendo una condición de contratación limitada por la poca cultura de prevención que aún se tiene.
En este inicio de temporada de lluvias no se ha registrado un aumento en la solicitud de contratación del servicio y tampoco de costo del mismo.
