El líder cubano Fidel Castro justificó la remoción de dos altos funcionarios, aparentemente el vicepresidente Carlos Lage y el canciller Felipe Pérez, por »ambiciones» que »los condujeron a un papel indigno».
Según el ex gobernante »no se ha cometido injusticia alguna con determinados cuadros».
Fue crítico contra dos funcionarios a los cuales no nombró, pero aparente se trata de Lage y Pérez Roque, los reemplazos más sonados en el ámbito internacional.
Lage y Pérez Roque estaban entre los miembros más jóvenes del gabinete y ninguno participó de las luchas guerrilleras.
A Lage se le despojó del cargo de secretario del Consejo de Ministros, pero mantiene el de vicepresidente del Consejo de Estado, en el cual también Pérez Roque ocupa un puesto, aunque dejó de ser canciller.
