Un juzgado de la ciudad española de Barcelona condenó a un año de cárcel a un mendigo de nacionalidad francesa por el robo con violencia de media barra de pan.
La sentencia condena por un delito de robo con violencia e intimidación al indigente, que fue juzgado en rebeldía al no haber acudido al juicio dado que, en su condición de mendigo, no pudo ser citado a la vista por carecer de domicilio estable.
Para concluir que se trató de un robo violento, el juez tuvo en cuenta el «sentimiento de temor y miedo» que aquejó a la víctima mientras el mendigo la intimidaba y resalta en su sentencia la «honestidad» de la panadera cuando en el juicio dijo que si el indigente le hubiera pedido la barra, se la habría dado.